La antropología organizacional

documento académico
SPIHO®: 	Aportes académicos – D.A. 
Paradigma: 	La antropología organizacional 
Indicador: 	Revisión bibliográfica.
Historial: 	Socioantropología y Estudios Organizacionales 
Origen:	        CAN - Univ. 

I. INTRODUCCIÓN

Los Estudios Organizacionales -EO- según Foucault -1980- generan influencia en las prácticas organizativas con sus relaciones de poder, que condicionan su lenguaje y su discurso en la erudición organizacional (Raffnsøe, Mennicken, y Miller 2017); su rol fundamental son los retos sociales y medioambientales, que revitalizan y reorientan las teorías y agendas empíricas, con la sociología contemporánea y la teoría social (Adler et al. 2014). Recurrimos a la antropología organizacional, para identificar el uso de tecnologías nativas tradicionales, como estudio del espacio organizacional -público, privado o sin fines de lucro- donde, se reconstruyen saberes entre las relaciones de sus miembros, utiliza método etnográfico (Abad, Salgado, y Acuña 2022). Se realiza una relación teórica conceptual, que genere conexión entre estudio y antropología organizacionales.

II. DESARROLLO

Este micro ensayo tienen un abordaje socioantropológico para comprender los procesos sociales que permite conocer teóricamente el objeto de estudio, conceptualizar aspectos etnográficos e identificar nuevos elementos de estudio (Gil 2015).

Los Estudios Organizacionales no deben entenderse como un resultado de una causa preexistente específica, debe ser percibido y mapeado como una transformación que se extiende, que circula y que posibilita procesos de interacción y coproducción; dónde, los efectos ontológicos producen condiciones que analizan fenómenos dispersos e investigaciones activas. Existen conceptos claves y puntos de vista metodológicos con impacto beneficioso sobre las organizaciones contemporáneas, con formas alternativas de abordar problemas e investigaciones empíricas con relevancia (Raffnsøe, Mennicken, y Miller 2017).

Los estudios organizacionales son el “resultado de la incursión de diversas disciplinas de carácter humanista, como la sociología, la historia, la psicología y la antropología, entre otras, en el estudio de los fenómenos que salen de la esfera de influencia y control de la administración en las organizaciones. Más allá de estudiar procesos y formas para mejorarlos, se busca analizar fenómenos de carácter social que tienen lugar al interior de las organizaciones y son el resultado de las redes de relaciones que se entablan entre los diversos miembros que las conforman y que afectan y se ven afectados por éstas relaciones, dado que los grupos sociales, por la naturaleza misma de los individuos que los conforman, reflejan todos aquellos elementos del entorno (cultura, tradiciones, creencias, conflictos, etc.), que se recontextualizan y manifiestan en las organizaciones” (Pérez y Guzmán 2015).

La antropología de las organizaciones es un sub-campo disciplinar emergente en volúmenes colectivos o artículos aislados (Hirsh y Gellner, 2001; Jaime, 2003; Ruben, 2009; Ruben y Jaime, 2004; Wright, 2005), con propuestas de la teoría de la administración y etnográficos organizacionales como espacios en donde se construyen significados -con sentido hermenéutico e interpretativo-. El etnógrafo puede acceder a los sistemas de significación y a la posibilidad de su comprensión, donde el estudio de las sociedades no tiene categorías científicas visibles de sus realidades sociales, con características de los procesos sociales contemporáneos.

Existen interconexiones complejas que impiden que la antropología se convierta en un elemento presente en los discursos y representaciones de distintos actores, se habla de «doble hermenéutica» para referir al proceso en el cual los discursos producidos por las ciencias sociales son apropiados de distintas maneras por los sujetos-objetos de investigación. En este sentido, los hallazgos de las ciencias sociales no permanecen aislados de la sociedad y de sus diversos sistemas sociales. Las teorías, las categorías, las explicaciones y los conceptos penetran en la vida cotidiana y en las reflexividades institucionales.

Para nuestra perspectiva resulta imposible concebir a las organizaciones como ámbitos desgajados de la inmensidad de categorías conceptuales que trasladan, desde ámbitos científicos, los profesionales que en ellas se desempeñan. Es en este lugar en donde consideramos inconcebible no incorporar a nuestras etnografías esas teorías y los usos a los que las mismas son sometidas; es decir, analizar cómo las concepciones teóricas que tienen nuestros nativos son concepciones que provienen de campos disciplinares determinados y que son indisociables de su significación (Gonnet 2012).

La antropología organizacional parte de un hecho incuestionable: “la organización no tiene una cultura, es una cultura”, internamente se construyen y reconstruyen relaciones entre sus miembros de forma implícita o explícita, que regulan el accionar de sus integrantes -es decir patrones culturales- y están asociadas a su historia, a sus motivaciones de fundación, a sus simbolismos y sus normas; tienen, procesos de deconstrucción para comprender acciones, declaraciones y situaciones de forma diferenciada frente a otras organizaciones. Su estructura normalizada es un instrumento de interpretación de acciones comprendidas al interior de la organización (Páramo 2018).

Las organizaciones requieren una “reflexión ineludible al colocar como punto focal el dilema de si la aplicación de la antropología solo debería orientarse a aspectos al margen de una postura crítica de la tensión entre el capital y el trabajo” que priorice la maximización de beneficios, lo que alejaría la antropología de su enfoque humanista. El pensamiento organizacional ha sucumbido a la tecnocracia, con una obsesión por la eficacia y eficiencia, y que son pocos los investigadores que cuestionan esta concepción instrumental y manipuladora del ser humano; y, más bien, sostiene que la escuela del comportamiento organizacional se ha fortalecido con la concepción dominante del llamado homo economicus (Abad, Salgado, y Acuña 2022).

III. CONCLUSIONES.

La antropología y los estudios organizacionales conciben a la organización como una cultura con fortalezas, que priorizan significados simbólicos racionales del ser humano, que tengan esquemas de interpretación para la estructuración de acciones organizadas; la reinterpretación de los significados permite comprender una cultura orientada al mercado (Páramo 2018).

La relación entre la sociología y los estudios de organización necesitan normas de publicación diferenciadas, como ejemplo: las escuelas de negocios tienen la tarea de formar empresas presentes y futuras con profesionales que tengan un enfoque específico en aplicaciones sencillas orientado al ethos potencial en la identidad de la sociología organizacional.

IV. REFERENCIAS

Abad, Andrés, Francisco Salgado, y Cristina Acuña. 2022. «Relaciones entre antropología organizacional y tecnologías tradicionales: una aproximación conceptual». Estado & comunes: Revista de políticas y problemas públicos 2 (15): 115-32.

Adler, Paul S., Paul Du Gay, Glenn Morgan, y Michael I. Reed. 2014. The Oxford Handbook of Sociology, Social Theory, and Organization Studies: Contemporary Currents. Oxford University Press.

Gil, Mariano. 2015. «Experiencias políticas de una institución social. Reconstrucción socioantropológica de sus tramas organizacionales.», septiembre. http://rephip.unr.edu.ar/xmlui/handle/2133/5462.

Gonnet, Juan Pablo. 2012. «Cultura, organizaciones y antropología: Una revisión crítica». Avá, n.o 21 (diciembre): 0-0.

Páramo, Dagoberto. 2018. «Antropología organizacional». Revista científica Pensamiento y Gestión, julio, 1-5. https://doi.org/10.14482/pege.45.11435.

Pérez, Augusto, y Maricela Guzmán. 2015. «Los estudios organizacionales como programa de investigación». Cinta de moebio, n.o 53 (septiembre): 104-23. https://doi.org/10.4067/S0717-554X2015000200001.

Raffnsøe, Sverre, Andrea Mennicken, y Peter Miller. 2017. «The Foucault Effect in Organization Studies». Organization Studies 40 (diciembre): 017084061774511. https://doi.org/10.1177/0170840617745110.